Donnerstag, 9. Februar 2012

Qué desgracia saber tu nombre aunque ya no conozca tu rostro mañana, los nombres no cambian y se quedan fijos en la memoria cuando se quedan, sin que nada ni nadie pueda arrancarlos. Mi cabeza está llena de nombres cuyos rostros he olvidado son sólo una mancha flotando en el paisaje, una calle, una casa, una edad o una pantalla. Qué desgracia saber tu nombre aunque ya no conozca tu rostro mañana, porque te convertirás en su presa. Yo podría creer que nunca te he conocido si no supiera tu nombre que permanece inmutable sin el menor deterioro y con su brillo intacto y así seguirá aunque hayas desaparecido del todo. 
¿Cómo olvidarte?


Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen