Samstag, 4. August 2012

Querida ciudad,

llegó el momento. Cerremos un capítulo. No lo retrases más.
Algo me pesa, se anuda en mi interior y sin embargo mañana sabré que me quito una capa de piel. Quizás ahora me sienta un poco más ligera, libre de agobios y ataduras que entorpecen el caminar. Sin embargo sé que esta sensación no es para siempre. Contemplo la ciudad a lo alto. Estoy ausente. No sé qué sentir o quizás no quiera sentir nada ante el temor de volverme demasiado sentimental, digamos eufórica o nostálgica. Aún así, realmente, no son suficientes mis agradecimientos por todas estas oportunidades brindadas en cinco años. Mi suerte acaba aquí. Sin duda puedo decir que las he aprovechado. Sé que en ocasiones está capa de piel que mudo, me va a hacer falta, que necesitaré volver arroparme con estos recuerdos. Es habitual que el ser humano vuelva la vista atrás y por muchas despedidas que haya tenido ésta se me va a hacer más difícil aún. Volveré, sin duda a buscarla otra vez, aunque sea con otros sueños.

Contemplo. A mis pies la ciudad, uno de mis pasados. Al frente el inquietante futuro por venir.

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